Caciques caen en Managua con mal arbitraje

Este sábado siete de febrero, “Albos” y “Policias” abrieron la tercera jornada del Torneo Clausura 2015.

El partido comenzó muy parejo, con una media cancha trabada donde ambos equipos ejercían una buena presión sobre la creación del rival. Pasado los minutos, el conjunto local mostraba una mayor posesión del balón pero sin profundidad, mientras los albos eran más eficaces y con un futbol vertical tocaron a la puerta de Denis Espinoza en varias ocasiones, sin lograr abrir el marcador.

Al minuto 16, el argentino Lucas Martela realizó un taco a manera de autopase dentro del área rojinegra, pero el defensor Gonzalo Ancheta cortó el avance del esférico con su antebrazo, en lo que debió ser un claro penal a favor de los diriambinos. A pesar de que la mano fue del tamaño del Estadio Nacional de Fútbol, el árbitro central Julio Arbizú decidió no sancionarla, en una jugada que pudo haber cambiado el desarrollo del encuentro y sepultar las aspiraciones de Denis Espinoza de imponer un nuevo record de imbatibilidad a nivel de CONCACAF.

Los albos siguieron presionando al arco rival, generando en un par de minutos tres ocasiones claras de gol, dos en los pies de Eulises Pavón y una en la cabeza de Lucas Martela, pero en ninguna de estas se pudo ser contundente. El encuentro se fue al descanso sin goles, con un marcador injusto para los visitantes por lo mostrado en el terreno de juego, donde Diriangén lució sólido y con un futbol vertical, mientras Ferreti se mostraba incómodo e irreconocible.

Para la parte complementaria, Flavio Da Silva intentó reacomodar a sus jugadores y adelantó sus líneas, mostrando una leve mejoría. Fue hasta el minuto 53 que los rojinegros exigieron por primera vez a Carlos “Catún” Mendieta, en un potente disparo que envió Alejandro Tapia pero el arquero diriambino resolvió de gran manera.

Los caciques aumentaron en confianza y en posesión del esférico, por largos lapsos dominaron la medular, debido a la superioridad numérica planteada por Roberto Chanampe en esa zona del campo.  Diriangén atacaba y lo hacía bien, a base de combinaciones en velocidad de J. Urbina, B. Mena, L. Martela y E. Pavón inquietaban a la defensa rival.

José Angel “chichi” Carballo salió lesionado del terreno de juego y Diriangén sintió su ausencia. En sustitución ingresó el colombiano Edwin Mejía, que tuvo en sus pies un claro mano a mano frente a Espinoza, pero “el pulpo” realizó un gran achique evitando que se abriera el marcador. Dos minutos más tarde, el partido se detuvo para celebrar el histórico record impuesto por el arquero originario de San Marcos.

A veinte minutos del final, la tropa dirigida por Flavio Da Silva encontró el gol en una jugada a balón parado, donde Gerardo Arce ingresó sin marcación al segundo palo y colocó arriba a los locales de “manera injusta”.

Los diriambinos insistieron en su ataque y diez minutos más tarde en una jugada a balón parado, el argentino Lucas Martela cabeceó al segundo palo, enviando el balón dentro de la cabaña de Denis Espinoza, pero nuevamente la cuarteta arbitral encabezada por Julio Arbizú afectó a Diriangén, invalidando el gol de manera injusta, asegurando que el esférico no había rebasado la línea de portería. Debido a esta segunda mala sanción en contra de los diriambinos, los ánimos del encuentro se calentaron, pero el árbitro central decidió no amonestar y no expulsar a jugadores caciques en duras entradas, a manera de compensación por el error que él sabía que había cometido.

Diriangén fue superior, pero no le alcanzó, debido a la falta de contundencia y a las vergonzosas decisiones arbitrales. Los diriambinos siguen luchando por sumar más puntos y escalar en la tabla de posiciones de este Clausura 2015, donde al cierre de la tercera jornada se observó una gran mejoría en el funcionamiento colectivo.