Divorcio con la grada

Lejos de hacer esfuerzos por reconciliarse con la afición, la dirección del cacique dió un paso hacia atrás al cerrar el portón del estadio en partido amistoso este viernes 8 de Enero.

Pese a rectificar a unos 15 minutos después de iniciado el partido ante Juventus, abriendo el portón ante el malestar de quienes asistieron al estadio, el daño a ya estaba hecho.

Si bien el partido no se había anunciado por los medios oficiales de los dos equipos implicados, en primera instancia no estaba planificado jugar a "puerta cerrada" sino que -de acuerdo a fuentes cercanas a la directiva- fue una demanda de último momento del director técnico, Luis Javier Londoño, quien no manda las señales correctas ante las críticas que le han llovido tras perder la final del Apertura.

Es un hecho que no es fácil -ni necesario- mantener el buen rendimiento en conjunto con una aceptable relación con la grada, pero si algo debe de tener en cuenta el colombiano del paso de sus antecesores en el banquillo blanquinegro es que le puede jugar en contra.

Londoño viene tomando más opositores que partidarios entre la afición diriambina tras las dudas a sus planteamientos, "improvisaciones" en la etapa final del pasado torneo, el excedido hermetismo para con los medios de comunicación, el "caso Hossana" y el evidente revanchismo con miembros de una selección menor quienes le abandonaron en una convocatoria y a quienes ahora no toma en cuenta.

A esto se suma la descoordinación y diferencia de criterios con la reincorporación de Lucas Martella y Emilio Palacios con el plantel, un caso mal manejado a nivel general pero del que termina siendo la "mala cara" y último eslabón de la cadena.