Una vez más quedó claro dónde está la mejor afición del balompié nacional, luego que la familia diriangenista llenara el Estadio Cacique Diriangén en un ambiente digno de una final y de clásico nacional.
Este pasado sábado 4 de julio, cerca de ocho mil personas (posiblemente más) se hicieron presentes desde tempranas horas en “el templo” diriambino. Había llegado una nueva oportunidad para traer el ansiado título de vuelta a casa y la afición respondió a la altura de las circunstancias.
La gente se hizo presente en un estado desbordante de alegría, pasión y un amor incondicional por su equipo blanco y negro, demostrando una vez más que a pesar de la sequía de títulos experimentada en la última década, la ilusión sigue intacta y que los fanáticos del Cacique acompañan a su equipo hasta el final, sin importar las circunstancias.
Más allá del resultado, la final del Torneo Clausura 2015 nos deja cosas positivas que destacar:
1. La afición blanca y negra realizó una de las mejores asistencias a estadios de fútbol que se han visto en los últimos años a nivel nacional.
2. Cero violencia, a pesar del no quedar campeones la gente se comportó de forma ejemplar y aplaudió el esfuerzo realizado por sus jugadores.
3. El fútbol es un deporte que se debe vivir en familia y esto se ha recuperado en la cuna del fútbol nicaragüense. El miedo por la inseguridad ha quedado en el pasado y por esto, fuimos testigos de cómo familias completas asistieron al Estadio Cacique Diriangén para disfrutar del espectáculo.
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