La semifinal de ida jugada en la ciudad de Diriamba fue un encuentro que a pesar de no contar con el invitado especial no careció de emociones e intensidad.
Javier Londoño la sorprendió a muchos con el planteamiento táctico del partido de ida de la semifinal. Muchos podrán criticar al colombiano de “defensivo” o “de no jugar con dos puntas” al mismo tiempo, pero lo que nadie le puede reprochar es que en poco tiempo de trabajo ha levantado al conjunto albo y ha sabido sacar lo mejor de cada jugador en distintas posiciones.
El colombiano diseñó un 1-4-1-4-1 para el parado de su equipo, con Carlos Mendieta en la portería, 4 defensores: Melvin Hernández, Carlos Membreño, Érick Téllez y S. Arzamendia; David Solórzano como único volante de recuperación. Delante de él, ubicó a 4 jugadores: dos volantes exteriores Juan Urbina y Carlos Torres y dos volantes interiores, Lucas Carrera (como un volante mixto) y Mauricio Andrés Giraldo, también como interior pero con un poco más de salida y como único hombre en punta, Lucas Martella. Cabe destacar, que Giraldo y Martella alternaban posiciones según como basculaba el equipo y esta versatilidad, es lo que en lo personal, más me gusta.
Por otra parte, Otoniel Olivas envió al terreno de juego su ya acostumbrado 1-4-2-3-1; con Franklin López y Samuel Wilson como principales generadores de fútbol, los cuales apostaban por hacer daño con el juego entre líneas. El encuentro no fue espectacular en cuanto a jugadas de peligro, pero fue un banquete para los que disfrutamos del análisis táctico, fue una auténtica partida de ajedrez trasladada al engramado del Estadio Cacique Diriangén.
Ambos oncenos enfrentaron la primera parte con mucha intensidad intentando imponer condiciones, intensidad, que para la parte complementaria pasó factura a ambos conjuntos, bajando drásticamente el ritmo de juego. En la primera parte el local tuvo la más clara del partido en los pies de Juan Carlos Urbina que en un gran desmarque de ruptura le ganó la espalda a Josue Quijano y su remate se fue por encima del horizontal de la cabaña custodiada por Collado. Estelí tuvo su oportunidad para abrir el marcador en los pies de Carlos Chavarría luego de un mal despeje de la defensa cacique, pero el juvenil norteño envió un remate que se fue ancho, sin poner en peligro la meta de “Catún” Mendieta.
El Cacique Diriangén intentó llevar el fútbol por afuera, con la profundidad que “Arshavin” y el “Chino” Torres le proporcionan, por otra parte, el Real Estelí, ante la poblada medular del cacique, apostaba por los trazos largos a la espada de la defensiva rival para aprovechar la velocidad del espigado Marcel Cecel, factor que fue anticipado por Londoño, que escogió a su pareja de centrales basado en la velocidad de Téllez y Membreño.
Para la parte complementaria el cacique refrescó su media cancha para mantener la intensidad, mientras su rival, envió “piernas frescas” a las bandas para atacar por fuera con Rosas y Pinel e intentar definir por el centro con la presencia de A. Smith. En la recta final ambos equipos parecieron cómodos con el resultado y terminaron firmando el empate, empate, que deja con una leve ventaja al conjunto diriambino, ya que de igualar con anotaciones en el Estadio Independencia, le estaría clasificando a su segunda final de torneo corto del presente año.
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Comentarios
Tenems k apoyar a nuestro
Tenems k apoyar a nuestro cacique en las buenas en las malas siempre estaremos contigo este es un orgullo k nadie podra igualar ser part del bicolor vivan los cacique viva m linda nicaragua
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