(Incluye vídeos) Una métrica válida para evaluar el desempeño de un árbitro central es su protagonismo en el encuentro, en el caso de Julio Arbizú y sus desiciones durante el encuentro Walter Ferreti contra Diriangén se le puede catalogar de pésimo, localista y penoso.
Fue incidente directamente en el marcador del partido, privándole a Diriangén de un claro penal al minuto 16 por mano de Gonzalo Ancheta en el área grande y de un gol de Lucas Matella al minuto 82 en el cual, el homenajeado Denis Espinoza, saca el balón cuando ya había rebasado la línea de la portería.
Además de estos dos catastróficos errores, el central pecó al no aplicar el mismo críterio para sancionar faltas del equipo capitalino y el diriambino, oportunidades manifiestas de gol frenadas por falta no se llevaban siquiera una reprimenda verbal en casos en los que Diriangén contragolpeaba. Sobre el final se pudo notar como perdonó tarjetas rojas a Juan Carlos Narváez (segunda amarilla) y a Juan Carlos Urbina (agresión sobre Daniel Cadena) en modo de compensación del gol que no quizo validar.
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